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El arte es una manifestación consustancial al ser humano. Desde el principio de los tiempos el hombre ha sentido la necesidad de expresar sus ideas, sentimientos e inquietudes utilizando los medios de toda índole que tiene a su alcance. Estas primeras expresiones artísticas, fundamentalmente de carácter ritual y místico, no estaban sujetas a ningún tipo de regla o canon. El arte ha ido evolucionando a la vez que la sociedad que lo engendra. Conforme las sociedades van prosperando y quedando cubiertas las necesidades básicas de los individuos, el arte pasa de ser una manifestación democrática al alcance de todos con un valor puramente intrínseco, a solo estar al alcance de una minoría elitista que lo convierte en símbolo de ostentación e instrumento de propaganda.
Hoy el arte se ha convertido en un gran negocio que mueve anualmente miles de millones de euros. El mundo del arte en general vive en una burbuja artificial propiciada por la especulación de los llamados mercaderes del arte; galeristas, corredores de arte, casas de subastas, medios de comunicación. Las cotizaciones sobre artistas y obras están sobrevalorados. Todo es puro artificio. El principal indicador sobre la cotización de un artista, que son las ventas realizadas en casas de subastas no son reales, ya que en muchas ocasiones son los propios vendedores (galerías, corredores) los que sobrepujan por sus obras con el fin de aumentar la cotización del artista en el mercado. Una gran estafa para embaucar a grandes capitales, deseosos de maquillar sus indecencias con colecciones, fundaciones y museos. El arte ha ido perdiendo poco a poco su alma y sentido hasta convertirse en un instrumento más de un mercantilismo feroz.
Ante este panorama todavía quedan corrientes artísticas que son un soplo de aire fresco y autenticidad. Una de estas corrientes es la denominada con el vocablo anglosajón OUTSIDER ART, o arte marginal. Los artistas OUTSIDERS son por norma general autodidactas y no han recibido formación académica en disciplinas artísticas o técnicas. Están al margen de normas, estilos, tendencias y circuitos comerciales. Pero como mencionamos en un principio los artistas OUTSIDER sienten la necesidad inherente al ser hunano de expresar sus sentimientos, ideas e inquietudes con independencia y sin complejos. El arte OUTSIDER aunque no sea correcto en las formas, si lo es en el contenido. Las obras de los artistas OUTSIDER son capaces de transmitir sentimientos de una profunda emoción. Arte con alma que vuelve a su esencia. Arte democrático, porque ya no está solo al alcance de una minoría.